–Puerto Rico ante el Proyecto de Industrialización
Capítulo I –Puerto Rico ante el Proyecto de
Industrialización
En fin,
el BGF ha tenido un papel protagónico en prácticamente todas las fases de la
transformación de nuestra Isla en una sociedad moderna proveyendo la base
financiera necesaria para garantizar el bienestar social y económico del Pueblo
de Puerto Rico.
A.
Radiografía de Puerto Rico antes de la
Industrialización
En 1898 Puerto Rico dejó de ser una colonia
española para convertirse en una colonia estadounidense por virtud del Tratado
de Paris concertado entre España y Estados Unidos al finalizar la guerra
Hispano- Americana. A tenor con las dispociones de dicho pacto, la llamada
madre patria cedió la isla de Puerto Rico y sus islas adyacentes al gobierno de
Estados Unidos al mismo tiempo que ponía el destino político del país en manos
del Congreso Federal Norteamericano. Las consecuencias de ese trato entre ambos
imperios dejaron a Puerto Rico asimilado política y económicamente al orden
jurídico -constitucional de los Estados Unidos sin que tal condición haya sido
modificada substancialmente desde el cambio de soberanía. [1]
Al pasar de un imperio a otro la isla sufrió
transformaciones forzosas en el modelo económico. España era una potencia
mercantilista gobernada por una monarquía parlamentaria mientras Estados Unidos
una nación capitalista e industrializada dirigida por una república federal democrática.
Los Estados Unidos conjuntamente con Alemania fueron los principales representantes
de la Segunda Revolución Industrial[2] . El despegue de la
industrialización norteamericana se hace presente desde las primeras décadas
del siglo XIX, pero es después de la Guerra Civil (1861-1865) cuando va a
llegar a una etapa de maduración, que en el siglo XX la colocaron como potencia
mundial. Es decir, Estados Unidos de ser una nación no desarrollada, agrícola y
exportadora de materias primas se convirtió en una nación desarrollada,
manufacturera y acreedora.
El desarrollo económico
de Puerto Rico se ha dado de forma lenta y errática a través de la historia.
Durante el dominio español, la base de la economía la constituyó el monocultivo
de caña de azúcar. Durante las primeras tres cuartas partes del siglo XIX la
economía de la isla fue una fundamentalmente agrícola. Se cultivaba y se
exportaba caña de azúcar, tabaco y café. En este periodo, la agricultura de
subsistencia comenzó a perder terreno ante el avance de la agricultura
destinada a abastecer los mercados del exterior. La explotación de la tierra
para la exportación de estos tres productos, provocó no sólo la reducción de la
agricultura de subsistencia, sino también el que Puerto Rico se convirtiera
netamente en un país importador de alimentos.
El desarrollo de nuestra
agricultura fue pausado hasta que pasamos al dominio de los Estados Unidos en
el 1898. Durante las tres primeras décadas del siglo XX, los Estados Unidos intentaron
cambiar sin éxito el modelo económico y social de Puerto Rico. A su llegada al
país , los estadounidenses se encontraron con la necesidad de imponer un nuevo
modelo económico y social en la isla, ya que los existentes parecían estar
anclados en la época feudal. Tras su llegada a los norteamericanos
pronto tomaron el control de la producción de azúcar, la mayor fuente de
inversión de la isla en esos momentos.[3]
El antiguo estilo
patriarcal de pequeñas granjas, donde empleados y propietarios trabajaban la
tierra juntos y que era tan típico de la sociedad española de la época, fue
rápidamente sustituido por grandes corporaciones que aportaban maquinaria
pesada y liberaban a los dueños de las tareas de la tierra. En poco tiempo los
pequeños granjeros fueron discriminados a favor de las grandes superficies de
tierra cultivable que para 1930 ya habían invertido alrededor de 120 millones
de dólares en el sector.
La presencia y dominio de
las grandes compañías provocaría un grave problema económico en la isla, ya
que, aunque la Ley Foraker de 1900 prohibía que una empresa controlara más de
500 acres de tierra, cuatro grandes corporaciones dominaron el control estadounidense: The South Porto
Rico Sugar Company, The Fajardo Sugar Company, Central Aguirre Asociados y The
United Puerto Rico Sugar Company, controlaban más del 50% de la producción de
azúcar de la isla.[4]
Las empresas mencionadas eran las gigantes de la azúcar puertorriqueña . Además
eran las compañías estadounidenses más influyentes de todas las que operaron en
la isla antes de 1950 .Su influencia era
tanto económica y política . Los jefes de estas grandes empresas solían
recomendar candidatos a los puestos más importantes en el gobierno.
El economista Edwin
Irizarry Mora ,sintetiza el momento de la guerra Hispanoamericana en donde
Puerto Rico fue invadido por las fuerzas navales de Estados Unidos, ya era
evidente que el país era algo más que un puñado de gente empobrecida, como se
ha pretendido establecer en las versiones oficiales estadounidenses. La
economía y la sociedad puertorriqueña funcionaban de forma coherente dentro del
sistema de explotación de las grandes masas de trabajadoras rurales, y en menor
grado urbanos , que constituían el motor que generaba su dinamismo .La banca ,
el comercio ,la manufactura y sobre todo ,la agricultura eran industrias con
sentido de organización y de dirección , aun dentro de las enormes limitaciones
impuestas por España .Aunque el sistema político apenas comenzaba a
desarrollarse ,la búsqueda de libertades civiles individuales colectivas en
anheladas por no pocos dirigentes .
Además, Edwin Irizarry expresa que la invasión
de Estados Unidos a Puerto Rico en julio de 1898 tuvo motivaciones tanto
políticas como económicas. Luego de devaluar y de eventualmente eliminar el
peso (la moneda nacional) para imponer el dólar, se sentaron las bases para el
nuevo régimen político y económico. Se precipitó la decadencia de la industria
cafetalera que había comenzado con la destrucción provocada por el paso de los
huracanes de 1899 San Ciriaco , 1928 San Felipe y 1932 San Ciprian , y con la
pérdida de mercados externos. Igualmente, se inició una profunda transformación
estructural que crearía las condiciones para el desarrollo de una economía de
monocultivo Cañero[5].
El escritor, cantante y productor,
Silverio Pérez plantea que Puerto Rico fue, después de la invasión, un enclave agrario.
Un enclave quiere decir que un país altamente desarrollado como Estados Unidos
de América utiliza un territorio o una colonia para producir lo que su economía
necesita, no necesariamente lo que la colonia necesita. El propósito primordial
es sustraer ganancias, una frase sutil que realmente quiere decir explotar la colonia.
Con ese propósito los Estados Unidos convirtió a Puerto Rico en un enclave
industrial primero liviano, después pesado. [6]
Lo antes dicho lo avala
la socióloga Linda Colón, ella establece que el modelo económico de Puerto Rico
en las primeras cuatro décadas de la llegada de los norteamericanos a la isla
fue un modelo agro exportador el cual llevo a la isla a convertirse en una
generadora de miseria y a su vez en un enclave azucarero – tabacalero; siendo
estas las materias primas para la exportación de mayor producción durante ese periodo.
Nuestras tierras fueron vistas como un lugar desde donde expandirse a América
Latina y desde donde elaborar aquellos productos necesitados por el mercado
estadounidense a un precio bajo y con una mano de obra barata.[7]
El planificador, Rafael
Pico establece que con el estímulo de capital norteamericano en nuestra
industria azucarera trajo progreso. Como resultado, aumentaron la producción doméstica
y el ingreso. Pronto, sin embargo, se vio que nuestro bienestar económico y social
no podía depender exclusivamente de la agricultura. Los primeros cuarenta años
del siglo veinte se caracterizaron por el desempleo estacional, los bajos salarios,
el latifundio y el ausentismo. Los malos efectos de estas condiciones
económicas se intensificaron al casi duplicarse nuestra población durante esos
primeros cuarenta años. El desempleo alcanzó niveles extraordinarios debido a
las escasas oportunidades de empleo. Las condiciones de trabajo, cuando se encontraba,
eran deprimentes. [8]
El historiador Mario
Cancel establece la manera en que las autoridades estadounidenses se
organizaron al invadir la isla ,en un régimen militar bajo la Ley Forales de
1900 y favorecieron el sector económico de la caña de azúcar y sus derivados.
La actitud se entiende, ya que dicho reglón había sido el punto de unión entre
los dos imperios que han regido a Puerto Rico esto así desde el siglo XIX. Esto estimuló el crecimiento de una clase de
empresarios ricos que lo mismo militaban en el Partido Federal Americano, luego
en el Partido Unión de Puerto Rico, que en el Partido Republicano
Puertorriqueño. Este sector favorecía la presencia de Estados Unidos en el país
y la americanización política y económica de la colonia en diversos grados. Los
otros sectores que recibieron una inyección de capital fueron la industria de
las frutas y el tabaco. Cancel concluyó que en los tres casos se estimuló la
inversión de capital americano en el país. La dependencia de los pequeños y
medianos propietarios agrarios del gran capital extranjero, se generalizo. La
competencia por el control del mercado entre portorriqueños, como se les denomino,
y americanos fue desigual. Por lo regular, los sectores capitalistas
extranjeros – no americanos – se aliaron indistintamente con los de uno u otro origen.
Esa lucha de sectores, informada de un contenido político y cultural, fue uno
de los fermentos del nacionalismo puertorriqueño del 1920.[9]
Tras la invasión del 1898,
el café perdió sus mercados europeos. El producto no fue protegido por Estados
Unidos lo cual lo puso en una situación de desventaja enorme con respecto a la sacarina.
Las pequeñas industrias y las artesanías sintieron la competencia de la
producción en serie e industrial que provenía del norte. El desplazamiento de
esos sectores por las condiciones económicas de la nueva soberanía condujo, por
un lado, a la oposición de carácter gremial de los primeros movimientos
socialistas del siglo XX. Del mismo modo, numerosos cafetaleros y artesanos disgustados
se asociaron al independentismo y al nacionalismo puertorriqueño entre 1912 y
1922.
Uno de los fundamentos
que representan la dominación colonial en la isla de Puerto Rico fue desde la
llegada de las leyes de cabotaje. El historiador Amílcar Cintrón, establece que
las leyes de cabotaje surgieron en 1900 para garantizar el fomento de los
intereses estadounidenses. Eran necesarias para controlar los puertos y para
facilitar el transporte del azúcar a las refinerías en la costa este de Estados
Unidos. También los intereses azucareros se beneficiaban con las ganancias
generadas por el flete de los barcos. Las leyes de cabotaje representaron un
gran obstáculo para el desarrollo económico de la Isla. Los costos de flete que
obligaban afectaban el costo de los víveres, de las medicinas que consumen los puertorriqueños,
de la maquinaria agrícola y de construcción, de los autos, de la materia prima
y de los artículos semielaborados para ensamblaje en las fábricas o totalmente
elaborados que se embarcan para Estados Unidos de América. [10]
Por otro lado se
establece el Acta Jones aprobada en 1917 la misma no cambió fundamentalmente
nada ni tan siquiera introduce alguno
relación relativa a la inmigración, comercio, sistemas monetario y
tarifario tratados comerciales leyes marítimas, comunicaciones y en los sistemas
judicial y de defensa El gobierno local se continuó financiando principalmente
de los aranceles cobrados sobre los bienes que se importaban a la isla y a
través los ingresos federales devueltos a Puerto Rico producto de arbitrios
sobre tabaco, ron y otros productos vendidos en los Estados Unidos. El resultado combinado de ambas Actas, en lo
concerniente a los factores económicos, puede resumirse en tres puntos principales:
Primero se establece un área de libre comercio entre los dos países con el correspondiente
libre movimiento de bienes y servicios y factores de la producción. Segundo se
establece libre acceso al mercado financiero. Tercero se incluye a la Isla bajo
las leyes de Cabotaje de los Estados Unidos.
El economista, Adams
Smith en el 1776, ya había visto lo que acontece cuando se restrieguen las
importaciones de mercancías extrajeras que podían producirse en el país: Por
medio de limitaciones, ya sean aduaneras o bien prohibiciones totales sobre
productos producibles en el país, se logra un monopolio del mercado interno de
la industria nacional. lo cual produce un incentivo para los industriales,
moviendo un capital y un trabajo nacional hacia esas manufacturas, pero sin que
eso signifique un poderoso aumento de la actividad económica del país. No existen
regulación comercial que posibilite aumentar la actividad económica de una
sociedad fuera de límites de lo que su capital pueda mantener.[11]En
Puerto Rico el monopolio se vio en los productos de la azúcar y el tabaco que
paso a manos de inversionista extranjeros y trajeron múltiples problemas
económicos a la isla, ya que todos los beneficios iban para el inversionista y
el obrero quedaba con los bolsillos vacío después de haber trabajado de sol a sol.
Si en pocas palabras
fuésemos a describir los eventos de mayor importancia del periodo de 1899 al
1928 podríamos decir que este se caracterizó por un rápido desarrollo de
aquellas cosechas protegidas por la tarifa norteamericana especialmente el
azúcar y el tabaco- un gran influjo a la Isla de capital externo; la consolidación
de las tenencias azucareras y la expansión de actividades procesales. La
extensión de la protección tarifaria a Puerto Rico hizo de la producción de
azúcar y tabaco una altamente productiva y lucrativa. Como resultado se atrae a
la Isla un alto volumen de capital y Puerto Rico, cuyo potencial económico no
se había realizado hasta el momento, revela fuentes de riqueza en la
agricultura hasta ahora insospechadas. Más aun el gobierno insular, el cual
durante los primeros 18 de los 28 años, por lo menos, estuvo controlado por presidentes
de Estados Unidos, proveyó capital de desarrollo esencial en forma de una gran
variedad de proyectos de infraestructura. Durante este periodo el ingreso de la
Isla alcanzó su punto más alto en 1927. Las compras per-cápita del resto del
mundo fueron 12 veces más alta que en 1900.
La bonanza económica que
vivieron los Estados Unidos en la década de 1920 llegó a su fin en octubre de
1929 cuando la economía norteamericana sufrió el peor colapso de su historia como
consecuencia de la falta de regulación, la sobreproducción y la especulación.
El pueblo norteamericano entró así en un largo periodo de crisis conocido como
la Gran Depresión, que llevó a millones de personas al desempleo y a la miseria
en la nación más rica del mundo.
En Puerto Rico, los efectos de la Gran Depresión
fueron terribles como resultado de la enorme dependencia de la isla en la
economía norteamericana. El derrumbe económico
estadounidense llevó a Puerto Rico a la peor crisis de
su historia. Con la contracción del mercado estadounidense, se redujeron las exportaciones
y aumentó el desempleo, y con ello la pobreza. Los problemas socio-económicos
exacerbaron el ambiente político provocando un periodo de inestabilidad y
violencia. Los conflictos laborales y la criminalidad aumentaron en número e
intensidad. Bajo el liderato del abogado ponceño Pedro Albizu Campos, el
Partido Nacionalista cuestionó el control colonial de la Isla, provocando la
reacción del gobierno insular y federal. La Isla vivió, entonces, uno de los
periodos de violencia política más sangrientos de su historia. En Estados
Unidos, el Presidente Franklin D. Roosevelt puso en práctica un programa de
reforma económica y asistencia social conocido como el Nuevo Trato que fue
extendido a la Isla. Miles de puertorriqueños se beneficiaron del programa federal
de trabajo y de la distribución gratuita de alimentos, zapatos y ropa. La ayuda
del gobierno federal contribuyó a aminorar las consecuencias de la crisis, pero
no acabó con la desigualdad ni la pobreza reinante en la Isla.
Los tiempos cambiaron de prosperidad económica que
caracterizó a la década de 1920 a una crisis abrupta en el 29 de octubre de
1929, cuando la Bolsa de Valores de Nueva York, institución financiera que
manejaba grandes inversiones de capital, colapsó. Ese día los Estados Unidos entraron
en una profunda crisis económica que duraría más de diez años y que amenazó el
sistema de vida norteamericano. Contrario a otras crisis anteriores, la de 1929
fue más severa, pues no estuvo limitada a los Estados Unidos, sino que fue una
crisis mundial. Para 1932, entre 10 y 15 millones de norteamericanos estaban
desempleados, cientos de negocios de diversos tamaños se habían ido a la quiebra
y por lo menos 5,000 bancos habían cerrado sus puertas. Nunca antes la economía
norteamericana había caído tan baja. Muestra de ello eran los cientos de estadounidenses
que a diario hacían largas filas para recibir un plato de sopa o una manzana
gratis.
La crisis provocó una caída en la demanda y las ventas
de los productos puertorriqueños en el exterior, lo que redujo las ganancias de
los productores. La caña de azúcar sufrió el impacto inmediato de la crisis,
pero comenzó a recuperarse rápidamente. Durante la década de 1930, el precio
del azúcar registró niveles más bajos que la década anterior. En 1934, el Congreso
aprobó la Ley Jones-Castigan estableciendo cuotas azucareras con el fin de
frenar la caída de los precios. La ley establecía la cantidad de toneladas de
azúcar que los productores podrían vender en el mercado norteamericano. A
Puerto Rico se le asignó una cuota de 803,000 toneladas anuales. Esta ley no
fue del agrado de diversos sectores de la sociedad puertorriqueña porque
provocó la reducción en la producción azucarera, lo que dejó sin trabajo a más puertorriqueños.
La crisis tuvo un impacto severo sobre la producción tabacalera. Contrario al
azúcar, la recuperación del tabaco fue mucho más lenta. La crisis económica
vino a complicar la ya delicada situación del café puertorriqueño. La industria
de la aguja siguió un patrón muy similar al azúcar. La manufactura de ropa se
recuperó rápidamente y mantuvo un nivel de exportación alto. La reducción en
las ventas y las ganancias llevó a las compañías a reducir gastos. Esto se
tradujo en el despido de trabajadores y en la reducción de los salarios. En
1932, el salario promedio de los trabajadores cañeros era de 11 centavos la hora.
Un año más tarde bajó a 9.6centavos la hora. Los trabajadores tabacaleros
recibían un sueldo aún menor, pues recibían 4.3centavos por hora, es decir, un
salario semanal de un $1.27. Las mujeres que trabajaban en el tabaco recibían
una paga menor que la de los hombres, pues sólo ganaban 97 centavos semanales.
El despido de trabajadores agravó el problema del desempleo en la Isla. Gran parte de los trabajadores fueron víctimas
del trabajo estacional, que les condenaba al desempleo una buena parte del año.
La crisis redujo aún más las oportunidades laborales existentes. Muy pocos
puertorriqueños trabajaban más de cuatro días semanales, y de ellos, la mitad
ganaba menos de $1 diario. Para 1933, el 65% de los puertorriqueños estaba desempleado.
A la caída de los salarios y el aumento del desempleo es necesario añadir un
tercer problema: el incremento en los precios de los alimentos importados, que
eran la base de la alimentación de la mayoría de los puertorriqueños. Para
1932, el precio del quintal de arroz aumentó de $2.40 a $4.10, el de las
habichuelas de $3 a $5.25 y el del bacalao de $19 a $28.En conclusión, la
crisis empeoró la situación de la inmensa mayoría de los habitantes dela Isla,
quienes apenas podían subsistir.
La crisis económica vino acompañada de varios
desastres naturales que complicaron aún más la situación de la Isla. En
septiembre de 1928, el huracán San Felipe atravesó Puerto Rico dejando una
estela de destrucción a su paso. San Felipe causó la muerte a más de
trescientas personas y destruyó la cosecha de café y gran cantidad de casas y
edificios. El costo de los daños producidos por este huracán ascendió a los $85
millones. Cuatro años más tarde, los puertorriqueños sufrieron la visita de
otro huracán. El 26 de septiembre de 1932, el huracán San Ciprián entró a la
Isla por el este con vientos de 120 millas por hora. A pesar de que era un
fenómeno de menor intensidad que San Felipe, San Ciprián mató a más de 200
personas, destruyó la cosecha de tabaco, café y frutos menores, y causó daños
valorados en $30 millones de dólares. Más de 100,000 personas perdieron sus hogares;
ya que éstos eran casas de madera techadas con cinc o cartón, y en algunos
casos paupérrimos algunas personas vivían en chozas de paja. El descenso en los
salarios, el aumento del desempleo, el incremento de los precios delos
alimentos y los desastres naturales se combinaron para hacer muy difícil la
vida en la Isla. Miles de puertorriqueños vivían en arrabales en pésimas condiciones
y sin esperanzas de mejorar. Para complicar aún más la situación de los puertorriqueños,
la emigración a la Metrópolis dejó de ser una opción, porque allá las condiciones
económicas también eran terribles. Los severos problemas socioeconómicos que
vivió Puerto Rico en la década de 1930 provocaron un gran descontento popular.
El desempleo, el hambre y la desesperanza convirtieron a los años 1930 en un
periodo conflictivo caracterizado por protestas, huelgas y violencia política.
La socióloga, Linda Colón,
categoriza la década del treinta como la de la llegada del Welfare State a
Puerto Rico. Con dicha década el estado colonial comenzó una nueva etapa y
asumió funciones que hasta entonces no había tenido. La política del welfare state
tuvo entre sus funciones la creación de una demanda agregada para mantener
rentable la producción privada y asegurar las ganancias corporativas. Con tal propósito,
el gobierno federal intervino invirtiendo recursos en la construcción de
infraestructura y viviendas invirtiendo, proveyendo servicios públicos
educativos y de salud; otorgando prestamos alas agricultoras; comprando
cosechas excedentes; creando empleos y repartiendo alimentos y subsidios entre las
más podres. A su vez estableció leyes de defensa para los trabajadores, como el
seguro social. El propósito era que todas estas medidas pusieran en marcha el
sistema económico y reactivaran la economía. Sin embargo, el modelo fue exitoso
en los países centrales, pero no así en Puerto Rico. Los fondos federales pese
a su impacto en el medrado presupuesto colonial no lograron transformar la
situación de fondo[12] .
Por otro lado, el hecho de que en la
administración estatal llegará a gobernar en 1932 la Coalición
Republicano-Socialista. Una alianza contrastante en sus principios políticos
pues los republicanos velaban por los intereses empresariales mientras que los
socialistas llegaban al poder con la promesa de fiscalizar a las empresas en
provecho de los trabajadores. A pesar de ello, la realidad fue otra; el Partido
Socialista quien debía contrarrestar los intereses republicanos sucumbió en el
intento. Gradualmente fue desvirtuándose de sus ideales obreros y resultó ser
un partido más de derecha. Como resultado la gobernación de la Coalición que se
extendió por ocho años reflejó ser más beneficiosa para los intereses
corporativos que para los intereses de los trabajadores[13]
Estaban Bird
sitúa los primeros esfuerzos coordinados para fomentar el desarrollo
industrial de la isla en el 1931 bajo la administración del Gobernador Teodoro Roosevelt
, se reorganizo el Departamento de Agricultura y Comercio y se creó dentro del
mismo un Negociado de Comercio e Industria con ese propósito. Desde entonces el
Gobierno de Puerto Rico ha continuado en una u otra forma fomentando el
desarrollo industrial de la isla En el 1935, la Asamblea Legislativa preparo un
plan para la rehabilitación económica y social del país y sugirió que para
complementar el desarrollo de la producción agrícola, debía existir un plan
coordinado para la utilización de los productos del suelo y transformarlos en
artículos de consumo que pudieran ser exportados a otros mercados .[14]
Sin duda, la situación
ameritó reformas para lograr su futura recuperación. Desde Estados Unidos y
bajo el mandato del Presidente Franklin D. Roosevelt nuevas ideas se
organizaron para llevar a cabo una gestión reformadora que se denominó Nuevo
Trato.[15] Estas ideas que surgieron
como un paliativo contra los efectos dañinos de la depresión incluyeron una
serie de programas destinados a intervenir directamente en la economía
nacional. Se trabajó para estabilizar el sistema económico con la intención de
asegurar las ganancias adecuadas que proporcionaran la seguridad del
empleo. Así, el sistema político se
movilizó hacia la regulación administrativa del mercado económico capitalista y
se alejó del liberalismo que distinguió las políticas económicas del siglo XIX
y principios del XX con su actitud de laissez faire. En general, se procuró la
conveniencia que proporcionaba la regulación del mercado, entre otras cosas,
para tratar de disminuir los efectos negativos y la severidad de crisis
futuras. Ideas de carácter social basadas en los valores de igualdad y
seguridad socioeconómicos fueron habitualmente implantadas, un ejemplo de ello
fue la creación del seguro social.
En Puerto Rico estás
ideas se concretaron a través de la extensión del Nuevo Trato al ruedo local.
Fue evidente que respondieron más a un proceso empírico que a uno ordenado y
previamente meditado, todavía más cuando tuvieron que ajustarse a la realidad
insular muy diferente al escenario continental. La primera fase de su
implantación se materializó con la creación de la Puerto Rica Emergencia Relee Administración
(PRERA). Una agencia establecida en 1933 por medio de una cooperación
estatal-federal. Ésta más que cambiar el sistema económico o social tuvo como
objetivo aliviar la crisis y el estado de miseria que vivía la isla a través de
estímulos económicos. Sin embargo, su vida fue corta y sus efectos, aunque positivos,
en su gran mayoría, fueron muy escuetos. Ni la esfera política coalicionista ni
el gobernador de turno, Robert H. Gore[16] brindaron verdadero apoyo
pues más que querer ayudar a fomentar la implantación de nuevos programas
parecían manifestar su desacuerdo con estos.
El historiador Francisco
Scarano establece que tanto puertorriqueños como estadounidenses opinaban, con
razón evidente , que programas como la PRERA no podrían resolver los problemas
mas graves de Puerto Rico . Al enfermo, necesitado de cirugía , una aspirina no
lo sana . Mitigar la miseria no era suficiente. Era urgente también cortar el
lazo con la industria azucarera y las grandes corporaciones agrícolas de capital
extranjero estrangulaban el país . Dichas creencias , que estaban ya en el
ambiente , se afianzaron más aun cuando una oleada de huelgas y protestas de
corte sindical , así como nacionalistas sacudió al país en 1933 y 1934 . Las
huelgas ,las protestas y , en general , el coro de voces que exigía cambios
fundamentales le impartieron mayor urgencia al impulso reformista.
El
Plan Chardon
El historiador Luis Díaz Soler describe el
Plan Chardon ; primero establece los antecedentes que acontecían antes de Plan
. Puerto Rico vivía una aguda crisis económica la cual era respaldada por las
restricciones a la producción a la azucarera que imponía la Ley Costigan –
Jones , esta inspiro la elaboración de un plan de rehabilitación de iniciativa
puertorriqueña que se conoció como el Plan Chardón .Dicho plan ,
fue presentado a comienzos de 1934 ante la presencia de la Primera Dama de los
Estados Unidos de América, la Sra. Eleonor Roosevelt, durante su visita a la
Isla, el 7 de marzo de 1934 . La primera dama estaba acompañada de Harry
Hopkins , Ruby Black y Rexford Guy Tugwell . La Sra Rooselvet y el Sr. Hopkins
se reunieron con Muñoz Marín en una oficina del Escambron Beach Club y tres
días después hubo una reunión en La Fortaleza con la presencia del
gobernador Winship , el procurador
general Benjamin Horton , el Secretario del Trabajo , Prudencio Rivera Martínez
, el secretario de educación , José Padín , el secretario de agricultura ,
Rafael Menéndez Ramos , el Director de la PRERA, James Bourne, el Administrador
de la NRA en Puerto Rico Boaz Long , el presidente de la Camara de Comercio Filipo
de Hostos , el administrador de la Central Fajardo , Jorge Bird Arias , el
Obispo James R Byrne y el Canciller de la Universidad de Puerto Rico Carlos
Chardón. Este ultimo se encargo de presentar el proyectado plan Chardon basado
en las premisas discutidadas ante el Senado Insular el 14 de febrero . Las
tierras adquiridas de la United Porto Rico Sugar Company serian divididas en
lotes de 50 cuerdas ; si se disponían de quince mil a treinta mil cuerdas , se
podrían beneficiar trescientos agricultores que podrían obtener pequeñas fincas
de dos mil a tres mil cuerdas . se le podrían otorgar a familias de agregados
para sembrar en ellas productos alimenticios y otros productos agrícolas de
consumo local . Las cinco centrales podían moler sus cañas. La idea detrás del
plan era mejorar los ingresos de los trabajadores . El Gobernador no
simpatizaba con el proyecto tampoco las “ fuerzas vivas “ ni su gente de la
Coalicion mayormente del ala republicana , que veian afectados sus intereses
económicos.El 11 de marzo , Muñoz Marín y la Sra. Rooselvelt se reunieron en La
Fortaleza para dialogar del el Plan Chardón.La visita de la primera dama
estadounidense fue exitosa ; llevaría a su esposo los pormenores del plan que
se estaba gestando con la bendición de Munoz y Tugwell para rehabilitar la isla
.[17] Entre sus objetivos más
destacados estuvo la atención de tres puntos fundamentales para su autor: la
tenencia de grandes extensiones de tierra por parte de las corporaciones
azucareras, los altos niveles de desempleo y el constante crecimiento
poblacional. Para ello propuso varias iniciativas, entre las que destacan:
frenar los intereses corporativos de la industria azucarera (limitando su
producción, haciendo efectiva la Ley de los 500 acres, fomentando la creación
de corporaciones públicas en el sector azucarero, etc.), diversificar la
economía por medio de la ampliación de sus productos, promover la
industrialización y desarrollar políticas de emigración.
Algunas de las propuestas
expuestas en el Plan Chardón vieron la luz en la creación de la que se puede
considerar la segunda fase materializada del Nuevo Trato en Puerto Rico, la
creación de la Puerto Rican Reconstruction Administration. Una agencia
establecida en 1935 y popularmente conocida como la PRRA[18]. Aunque tuvo mérito, sus
logros igualmente fueron limitados pues muchas de sus propuestas no lograron
deshacerse de su carácter experimental. Aun así, destacan medidas como: limitar
producción de la azúcar, comprar varias centrales azucareras ,obtener terrenos
para vender arrendarlos o cederlos , establecer fincas de subsistencia en
terrones menos productivos ,aumentar pago para moler cana , establecer fabrica
de cemento , fijar salario de los trabajadores del azúcar la reducción del desempleo, la construcción
de viviendas, la electrificación rural, la mejora en las condiciones de salud,
la organización de asociaciones agrícolas o el inicio de un control
experimental sobre la industria azucarera. Estas medidas fueron haciendo el
camino para el posterior cambio socioeconómico gestado a mediados de la década
siguiente cuando las fuerzas políticas cambiaron y ya no dominaron los
intereses de la Coalición. Los fondos asignados por el Congreso para la
implantación del Plan Chardon fueron reducidos drásticamente a partir de 1937
.El programa de rehabilitación rural fue detenidolo que resultaba en un
indudable beneficio para las corporaciones azucareras que temían en la
implantación de la Ley de las 500 Acres.
Un desarrollo económico
sostenido fue la inquietud más seria de Muñoz Marín y su partido al asumir el
poder en la legislatura en 1940. Durante la campaña electoral de 1940 Muños
Marín apeló directamente a los trabajadores desposeídos de tierras en los
diferentes distritos de las islas y a las masas de Trabajadores urbanos. En las
elecciones de 1940 el PPD obtuvo un tenue control de la legislatura, pero
suficiente como para iniciar un programa económico
positivo. En las
elecciones de 1944 el PPD obtuvo una victoria contundente y el control de
todas, excepto tres, de las 58 sillas en las dos cámaras legislativas. Aunque
la administración del Partido popular bajo el liderato de Muñoz inició su
incumbencia con un programa de desarrollo basado principalmente en la
agricultura pronto se dieron cuenta que una isla sobrepoblada y con un serio
problema de desempleo no podría aumentar significativamente su bienestar
económico basando su estrategia de desarrollo en la agricultura. Sin embargo,
no fue hasta tarde en la década que se reorienta la estrategia dándole más
énfasis a la promoción de industrias manufactureras. En los primeros años de la
década se diseña un programa encaminado a aumentar la productividad agrícola y
adiversificar la misma. Bajo este programa se aplicaría en forma más estricta
la ya existente ley de 500 acres y se crearían dos agencias claves, la
Autoridad de Tierras y la Compañía de Desarrollo Agrícola.
En Estados Unidos,
mientras tanto, el presidente Roosevelt reconoció la necesidad de un nuevo y
más constructivo enfoque a los problemas existentes en Puerto Rico. Roosevelt
nombra como gobernador de Puerto Rico a Redford G.Tugwell en 1941. Tugwell, un
científico social liberal y un funcionario de gran experiencia en la
administración pública, ayudó a inicial el programa de reforma y desarrollo
económico y ayuda a la isla en sus luchas en la capital de la Metrópolis.
Además, establece las bases para la ejecución del programa económico
reorganizando la rama ejecutiva y colaborando en la preparación de los recursos
humanos jóvenes y
valiosos que más tarde pasarían a ocupar posiciones de alta responsabilidad.
En resumen, los primeros
años de la década de 1940 al 1950 marcan el comienzo de una nueva era. En 1940
se establece formalmente el Partido Popular Democrático bajo el liderato del
senador Luis Muñoz Marín su plataforma
económica comprometida con el desarrollo económico. Rexford G. Tugwell es
nombrado gobernador de la Isla y el 1941 marca la entrada de Estados Unidos a
la Segunda Guerra Mundial. Inmediatamente se inician los primeros experimentos
encaminados a formular una estrategia de desarrollo que pudiera sacar la Isla del
“círculo vicioso de la pobreza".
En realidad, se podría argumentar, con cierto grado de
certitud, que los cimientos del alto crecimiento que experimenta la isla, a
partir de 1950, se establecen en esta década. Entre las fuerzas que se
reconocen como favorables en las promociones del crecimiento económico se
pueden distinguir los siguientes: primero el impacto de la Segunda Guerra
Mundial, segundo el serio compromiso de las autoridades públicas hacia el
desarrollo económico y tercero la actitud positiva del ciudadano
puertorriqueño. La Segunda Guerra Mundial provee al gobierno local con los
fondos necesarios para iniciar el proceso de desarrollo. Se estima que un total
de $160 millones fluyeron a la isla producto de remesas relacionadas con la
devolución al gobierno local del arbitrio sobre las ventas de run en los
Estados
Unido impuesto por el
gobierno federal. Estos fondos se usaron para la construcción de factorías,
carreteras, puertos y otra infraestructura necesaria para el desarrollo
económico. La Guerra también generó otros flujos de dólares a la isla por
concepto de pagos a los familiares de soldados sirviendo al ejercito de los Estados
Unidos y ayuda a compañías establecidas en la isla creando así una fuente de
demandada para los productos locales, manufacturados y agrícolas.
El
Puerto Rico que encontró el Partido Popular
El líder el partido
popular democrático, Luis Muñoz Marin describió el país que encontraron al
momento del triunfo del partido en el 1948. Las gentes en Puerto Rico se
dedicaban a construcción de casas, calles y carreteras. Además, cuidaban enfermos,
preparaban escrituras y llevaban pleitos. Una de las faenas más importantes que
realizaban eran cuidar de la tierra, criaban ganado, preparaban carbón. Por
otro lados tiraban hilos eléctricos, eran comerciantes, administraban los municipios,
limpiaban zapatos, jugaban bolita, hacían investigaciones científicas,
escribían y publicaban versos. La vida del isleño era sencilla y noble.
Parte del estado económico de Puerto Rico es
que carecia de mucha materia prima y de casi todos los combustibles, pero no
estaba usando mucho de sus materias primas y de casi todos los combustibles,
pero no utilizaba debidamente las materias primas que poseía y carecía de
industrias. Tomaron como ejemplo el caso
de Dinamarca , que carecía de todo combustible y de muchas materias primas
desarrollo una industria propera y de
beneficio general para el pueblo dinamarqués sirvió de ejemplo para los líderes
del momento .
La conclusión del Partido
ante lo que se encontró en términos de
la situación económica de la isla según Muñoz Marín fue que el pueblo de Puerto
Rico trabajaba barato y vivía caro . Además, no sabía trabajar todos los días.
Y como no tiene realmente para vivir caro , lo que hace es no vivir en ningún
sentido humano y pleno de la palabra . Es decir , vivía pero no al alcance de
su poder adquisitivo .
Jesus
T Pineiro y la industrialización
El ingeniero Jesús T
Piñero fue el primer gobernador puertorriqueño designado a Puerto Rico por los
Estados Unidos. La visión de Piñeiro era central al país a la
industrialización. Para el objeto central del país debía ser la
industrialización. Entendía que la tierra por sí sola no daba para mantener nuestra
población. Por tal motivo, tuvo que nacer una industria poderosa; el azúcar,
que fue sostén principal de nuestra país
durante un número de años. Cuando el crecimiento poblacional sobrepaso
el alcance económico de la industria del azúcar, se desarrolló y fortaleció
nuestra industria del ron. Tanto la industria del ron como la de azúcar
han tenido sobre sus hombros el peso de
nuestra carga vital y aunque ambas se derivan de la madre tierra y del valor de
la agricultura, marcaron la necesidad de la
proyección industrial. Por tanto, Piñero entendía que Puerto Rico podía
convertirse en un país industrialializado. Para afrontar sus grandes problemas
económicos.
Economia
Militar
El historiador Jorge
Bolívar Fresnada denomina el periodo del 1939 al 1948 como uno de economía
militar producida por la Segunda Guerra Mundial. La característica principal
fue dada por un proceso en donde la propiedad estatal de las cinco fábricas no
fue lo que ayudo al progreso, sino el gasto militar en Puerto Rico y el crecimiento
del ingreso por concepto de las exportaciones de ron que supuso la coyuntura de
la Guerra Mundial. Son estas dos formas de “intervención estatal”, y no el
supuesto impacto de las fábricas de propiedad del gobierno lo que marca la
naturaleza especial de este periodo. Desde que comenzaron a
operar las fábricas estatales hasta el 1948, el Gobierno de Puerto Rico
invirtió $10.7 millones en el proyecto, el cual generó 992 empleos. En el
periodo que denominamos como economía militar, el Gobierno de Estados Unidos le
facilitó a Puerto Rico sobre un billón de dólares entre gastos sociales, militares
y subsidios sobre las ventas del ron. Además, se crearon decenas de miles de empleos,
según se demostrará más adelante. Este señalamiento le da más importancia a
cómo se generó el ingreso del país que a cómo lo gastó el Gobierno Insular. Es
cierto, por lo tanto, 1948, tres años después de finalizada la
Guerra, el ejército y la marina estadounidenses, comenzaron a despojarse de
muchas de las propiedades adquiridas durante la Guerra y los gastos federales
mermaron. Este periodo marcó el principio del final de la preponderancia del
azúcar como el motor económico y el principio del plan industrial, el cual
ocuparía su lugar. Marca, además, el fin del papel protagónico que tuvo el
capital local en la industria azucarera que la intervención estatal fue el
elemento clave del desarrollo económico durante la Segunda Guerra Mundial. Sin embargo,
no fue la propiedad estatal de las fábricas sino el gasto federal en la Isla lo
que tuvo mayor impacto.[19]
En 1939, antes que Estados
Unidos entrara en la Segunda Guerra Mundial, comenzó la construcción de una
base naval en Isla Grande. A la misma vez, el Gobierno Federal gastó$33.3
millones en asistencia al Gobierno Insular. Esta cantidad aumentó a $110.1
millones en 1942, tras la participación de Estados Unidos en el conflicto. En
estas partidas se encontraban incluidos programas de asistencia social, como el
Works Projects Administration (WPA, por sus siglas en inglés), múltiples construcciones
de índole social y militar que proveyeron empleo a miles de desempleados. Los
arbitrios repatriados sobre la venta del ron puertorriqueño en el mercado
estadounidense –subsidio provisto por el Congreso de Estados Unidos en 1935– aumentaron
súbitamente en 1944 y proveyeron ingresos adicionales para un sinnúmero de
iniciativas del gobierno local. [20]
La
Reforma Agraria
El periodo de la economía militar ayudo a
la isla a forjar unas Reformas Administrativas que vendrían a darle unos nuevos
aires al modelo económico. Entre los cambios que se efectuaron en la isla cabe mencionar,
la reforma agraria. Un elemento que ayudo a que se pudiera realizar dichas
reformas fue el advenimiento al poder de un nuevo partido político , El Partido
Popular Democrático , apoyado por las masas trabajadoras y campesinas. El
liderato de dicho partido, Luis Muñoz Marin , se había comprometido durante la campaña , a
hacerle frente a uno de los problemas más serios con que habría de enfrentarse
: el problema de los grandes monopolios latifundistas dominados por intereses
capitalistas ausentitas .Unido a este problema estaba el de las numerosas
familias despojadas de la tierra y el de los minifundios improductivas . Para
hacer frente a esos problemas , el nuevo gobierno aprobó la Ley de Tierrras de
1941 creando la Autoridad de Tierras de
Puerto Rico con poderes para proceder a la expropiación de las tierras poseídas
por las corporaciones latifundistas en exceso de las 500 acres instituidas por
la Acta Jones. La autoridad para poner en vigor la limitación de las 500 acres
fue atacada por inconstitucional por los intereses latifundistas, pero la
suprema Corte de los Estados Unidos sostuvo la constitucionalidad de dicha
medida y la capacidad del Gobierno de la isla para implantarla .[21]
La Autoridad de Tierras
de Puerto Rico creada para la implantación de la Ley de Tierras, dispone de las
tierras adquiridas mediante expropiación en tres formas distintas de
conformidad con las dispociones de la Ley . Parte de la tierra adquirida es
distribuida en pequeñas parcelas, no con el propósito de proveer una fuente de
ingreso a la familia , sino para asegurarle su vivienda . La finalidad de este
aspecto del programa de reforma agraria es mas de carácter social que
económico. Un segundo aspecto del programa de reforma agraria fue la ubicación
de familias en pequeñas fincas que pudieran ser explotadas económicamente .Estas
fincas se traspasan en venta condicionada a familias con experiencia en la
agricultura . El agricultor instalado puede disponer libremente del producto de
la finca , quedando sujeto al pago de una cantidad suficiente para amortizar el
capital principal mas lo intereses en un termino de cuarenta anos . Las mejoras
pasa a ser propiedad del agricultor y en caso de muerte , sus herederos podían
continuar con la explotación de la finca . La fase mas interesante del programa
de reforma agraria fue la novel creación de las fincas de <Beneficio
Proporcinal > . Estas fincas se establecieron en los predios expropiados a
las corporaciones sobre la base de un tipo de explotación agrícola nacionalizado.
El Gobierno posee la tierra bajo cultivo azucarero y luego la arrienda a un
empresario de experiencia . La Autoridad de Tierras provee la tierra y el
capital de operaciones . El empresario arrendatario recibía un salario y una
participación en los beneficios . Despues de cubrir los gastos de operación y
de separar una proporciónpara mejoras . , el remanente se repartia entre los
obreros en proporción a su salario y a las horas de trabajadas .
La reforma agraria fue
limitada en sus propósitos tuvo objetivos cardinales de dar albergue y un
pequeño predio de tierras a los
trabajadores que carecían de vivienda . El experimento de las fincas de
Beneficio Proporcional que constituía la mayor promesa para erradicar el
problema de latifundio , el monopolio y el ausentismo de capital , sin
menoscabo de la producción , no se llevó a cabo a la escala nacional .
El profesor , Antonio
González evaluó la reforma agraria como un gran acierto por la forma en que se concibió y en la declaración de propósitos de la ley , pero
en la practica , probo ser limitada su eficiencia . En unas investiaciones se
corroboroque las condiciones de la Autoridad de Tierras fue un fracaso y por
tal motivo se recomendó la venta de las tierras que poseía la Autoridad de
tierras y la disolución de dicha entidad .
El planificador, Rafael
Pico clasifica la década del 1940 a 1950 en un periodo de transformación
decisiva en la vida económica de Puerto Rico. En 1940 adviene al poder un nuevo
gobierno, que dedica especial atención y esfuerzo a mejorar las condiciones
económicas y sociales del país. Durante la primera parte de la década, a pesar
de la Segunda Guerra Mundial, se cimentaron las bases de nuestro desarrollo económico.
Se vio en la industrialización el mejor recurso de dar trabajo a los numerosos desempleados.
Como paso inicial, el Gobierno organizo tres agencias principales para
coordinar y estimular el programa general de industrialización: a saber, la
Junta de Planificación, la Compañía de Fomento Industrial y el Banco de Fomento.
La
Junta de Planificacion
La Junta de Planificación
fue creada inicialmente por la Ley #213 del 12 de mayo de 1942, comenzando
operaciones el 10 de agosto del mismo año bajo la presidencia del Dr. Rafael
Pico Santana, siendo entonces Gobernador de Puerto Rico, Rexford G.
Tugwell. El establecimiento de la Junta
de Planificación no inició la planificación en Puerto Rico, ya que en mayor o
menor grado, todos nuestros gobiernos habían planificado. Sin embargo, la ley
del año 1942 estableció las bases para sistematizar y organizar la
planificación en la Isla para hacerla más efectiva y más democrática. La asignación inicial que se hizo para la
Junta de Planificación en 1942 fue de $100,000.00. Cuando la Agencia comenzó
operaciones contaba con un personal de 18 empleados regidos por una “Junta” de
tres (3) miembros, constituida inicialmente por Santiago Iglesias (hijo),
Antonio Texidor y su Presidente, el Dr. Rafael Picó.
Cronológicamente podemos
dividir la historia de la Junta de Planificación en dos (2) etapas: la primera
desde su establecimiento en 1942 hasta el 1975 y la segunda desde ese año, en
que parte de sus funciones pasan a la nueva agencia ARPE, tras la Ley Núm. 75
del 24 de junio de 1975 hasta el presente. Mediante la Ley Núm. 75 de 24 de
junio de 1975, por primera vez se revisó en forma integral la Ley de la Junta
de Planificación de Puerto Rico que había sido creada en 1942. La Junta es el
brazo fundamental con que cuenta el Gobernador
de Puerto Rico para diseñar y formular su política pública a corto, mediano y
largo plazo.
La
Compañía de Fomento
El gobernador, Rexford G.
Tugwell y el senador Luis Muñoz Marín vieron en la industrialización una
ventana hacia la modernización de la isla . Ambos opinaban que la industria de
la azúcar ya estaba acercándose a su máximo desarrollo y no cabía esperar que
diese empleos a la creciente fuerza trabajadora , ni que pagase los jornales
que deberían cobrar los obreros . Discrepaban en cuanto al momento de la industrialización.
Muñoz quería comenzar de inmediato , mientras Tugwell era renuente a lanzar la promoción industrial
en condiciones de guerra . Pero Muñoz insistió y Tugwell acepto a iniciar los
primeros pasos . Organizaron una Compañía
de Fomento Industrial la misma se creó bajo la ley -------de mayo de 1942 .
Teodoro Moscoso fue nombrado administrador general de la compañía desde sus
comienzos se llamo popularmente “Fomento”[22] .
El economista Esteban Bird ,señala los poderes
que le asignaban a la Compañía de Fomento Industrial entre estos: examinar e
investigar ,efectuar experimentos y estudios a cerca de los recursos de Puerto
Rico y las posibilidades y métodos efectivos de fomentar su utilización
adecuada mediante la fundación de empresas industriales , mineras , comerciales
,cooperativas y programas de adiestramiento educacional : y difundir el
resultado de esas investigaciones .Además examinar, investigar y llevar a cabo
investigaciones y experimentos sobre la venta , distribución , anuncio y
exportación de todos los productos de Puerto Rico y las necesidades deseos de
los consumidores de los productos de Puerto Rico , y dar a conocer los
resultados de dichas actividades . Adicional podían establecer y mantener ,
como sus departamentos , un laboratorio de diseño , el deber del cual será
preparar planes , especificaciones y modelos de productos adecuados para ser
manufacturados en Puerto Rico de materia prima del país disponible y de
artefactos ,equipos , plantas y sistemas industriales útiles para dicha
fabricación y para allegar ,compilar y deseminar información relacionada con
los mismos .
Banco
Gubernamental
El Banco Gubernamental de
Fomento para Puerto Rico (BGF) ha jugado un papel clave en el desarrollo
económico y social de la isla desde su creación en el 1942, contribuyendo a
transformar a Puerto Rico de una economía agraria a la sociedad moderna e
industrializada que es hoy día.A medida que Puerto Rico ha evolucionado, el BGF
también ha cambiado, adaptándose constantemente para atender los principales
retos sociales y económicos que ha confrontado la Isla. A través de su
historia, el Banco ha demostrado ser una institución dinámica con la
flexibilidad y creatividad necesarias para generar soluciones que atiendan las
necesidades cambiantes de la Isla.
En sus primeros años, el
Banco intervino directamente en el desarrollo de Puerto Rico invirtiendo en
proyectos que eran necesarios para lograr poner la economía en movimiento, pero
que resultaban muy riesgosos para inversionistas privados. Posteriormente, el
BGF ha surgido más bien como promotor y facilitador, ayudando a crear un
ambiente favorable para inversiones privadas que generen crecimiento económico.
El Banco ha sido el
agente catalítico de la transformación de Puerto Rico de una economía agraria a
una economía competitiva en múltiples sectores. De promover, durante un período
histórico específico, un "gobierno empresario", el Banco pasó a
visualizar el papel del gobierno como de facilitador de procesos para el sector
privado. Según entró la década de los 1940, Puerto Rico estaba
tan sumido en la pobreza que se llegó a llamar "la Casa Pobre del
Caribe". El ingreso per cápita era de $121. Casi la mitad de la población
adulta de un total 1.1 millones de habitantes, estaba desempleada. Aquellos que
sí tenían empleo trabajaban principalmente en el cultivo de la caña de azúcar,
en su mayoría en empleos estacionales. El ingreso estaba mal distribuido, con
86% de la población recibiendo sólo el 29% del ingreso total.
Pero los vientos de
cambio comenzaron a soplar sobre la Isla. Una nueva generación de líderes,
dirigidos por Luis Muñoz Marín, emergía determinada a generar en la Isla
cambios radicales que mejoraran las condiciones de vida de todos los
puertorriqueños.
Fue de cara a esta
realidad que surgió el Banco Gubernamental de Fomento para Puerto Rico. El BGF
fue una de varias agencias públicas creadas en el 1942 para proveerle a la Isla
una estructura gubernamental que sirviera de base para su desarrollo económico
y social. Muñoz Marín lo describió como "el Banco del Pueblo", una
entidad que respondería a las necesidades de todos los puertorriqueños.
Carente de una base
industrial, el gobierno de Puerto Rico tomó la iniciativa de invertir
directamente en el establecimiento de fábricas que generaran los empleos que
tanta falta hacían. La semilla de la industrialización se logró sembrar según
el gobierno fue abriendo nuevas fábricas para manufacturar productos de cartón
y barro así como de cristal, zapatos y papel.
Durante la Segunda Guerra
Mundial, el comercio con los Estados Unidos era limitado y nuestras fábricas
tuvieron lo que constituyó un mercado cautivo, lo cual les permitió progresar.
Sin embargo, una vez se normalizó el comercio con los Estados Unidos, las fábricas
del gobierno de Puerto Rico perdieron su mercado cautivo y no pudieron competir
con los productos importados, ni por calidad ni por precios. Las cinco fábricas
del gobierno terminarían siendo vendidas a empresarios privados antes del 1952.
Esto dio lugar a un
cambio fundamental en estrategia. A partir de 1946, el gobierno cambió el papel
que desempeñaba en el proceso de industrialización de uno de
gobierno-empresario a uno de promotor y facilitador de inversión privada. El
nuevo enfoque se concentró en crear las condiciones propicias para atraer
inversionistas privados a la Isla. A tal efecto se aprobó la Ley de Incentivos
Industriales de 1947, la cual ofrecía exención contributiva por un período de
10 años a las compañías que establecieran nuevas operaciones de manufactura en
la Isla.
Las medidas legislativas
aprobadas a finales de los 1940 dieron lugar a la industrialización de Puerto
Rico. Para el 1952, había 166 empresas manufactureras operando en la Isla y 18
en proceso de comenzar operaciones. Un total de 12,000 personas fueron
empleadas en estas fábricas, lo cual representó una nómina agregada anual de
más de $10 millones. Muchas de las fábricas tenían operaciones de mano de obra
intensiva con una inversión relativamente baja en maquinaria y equipo. Éstas se
establecieron por los nuevos incentivos industriales y los salarios
relativamente bajos que se pagaban en la Isla.
El papel del BGF como
agente fiscal del gobierno de Puerto Rico se definió también durante la década
del cuarenta. En 1943 el Banco realizó su primera transacción financiera: la
compra de una emisión de bonos de la Autoridad de Recursos de Agua. En el 1947
el Banco participó en la primera serie de transacciones de financiamiento de
vivienda para la construcción de 400 unidades de vivienda a bajo costo. Con
esta transacción, el BGF comenzó a brindar ayuda directa a los puertorriqueños
para la adquisición de viviendas propias.
En 1948, la Asamblea
Legislativa aprobó una nueva ley orgánica para el Banco y le dio el nombre que
hoy tiene: Banco Gubernamental de Fomento para Puerto Rico. Además de servir
como agente fiscal del gobierno, el Banco se convirtió en el depositario y
fideicomisario de los fondos del gobierno, prestatario del gobierno y sector
privado, y en el asesor financiero del Gobernador y las agencias e
instrumentalidades del gobierno de Puerto Rico. Ese mismo año, el BGF vendió su
primera emisión de bonos en representación del gobierno para proveer fondos
para mejorar la infraestructura eléctrica en la Isla.
Durante la década de los
cuarenta, el Banco también estableció su política de apoyar el desarrollo
social en la Isla, proveyendo asistencia financiera en renglones tales como la
vivienda, la educación y hasta la restauración de la zona histórica del Viejo
San Juan.
La Ley 252 del 13 de mayo
de 1942 de la Asamblea Legislativa de Puerto Rico creó el BGF con el propósito
de lograr el "completo desarrollo de los recursos humanos y económicos de
Puerto Rico". Pero el Banco no adquiría su forma final hasta la aprobación
de la Ley 272 del 15 de mayo de 1945, que lo facultó para actuar como agente
fiscal y asesor financiero del gobierno central y sus agencias, y la Ley 17 del
23 de septiembre de 1948, que contiene la Ley Orgánica del Banco que establece
todas sus responsabilidades y facultades.
En sus comienzos, el BGF
no era más que una sección en el Departamento de Hacienda con tan sólo un
puñado de empleados. Según está constituido, las funciones principales del
Banco son actuar como agente fiscal y asesor financiero del Estado Libre
Asociado y sus agencias y proveer mecanismos de financiamiento a entidades
públicas y privadas para adelantar el desarrollo económico de la Isla. A través
de su historia, el Banco se ha embarcado en iniciativas que van más allá de los
límites que normalmente se
identifican con una institución bancaria. Cuando las circunstancias lo han
requerido, el Banco ha sido pionero en romper los esquemas para promover el
desarrollo económico y social de Puerto Rico.
Sin lugar a dudas, el BGF
ha sido uno de los motores de nuestro desarrollo económico. Financió los
primeros esfuerzos gubernamentales para promover la industrialización, las
primeras restauraciones, los primeros condominios, los primeros edificios de
oficina, los primeros hoteles y las primeras emisiones de bonos de nuestras
corporaciones públicas y municipios. Ha contribuido a la creación de
oportunidades de empleos para nuestras familias. Y, como agente fiscal, ha sido
instrumental en proveerle a nuestra Isla la infraestructura necesaria para facilitar
nuestro desarrollo económico.
En fin,
el BGF ha tenido un papel protagónico en prácticamente todas las fases de la
transformación de nuestra Isla en una sociedad moderna proveyendo la base
financiera necesaria para garantizar el bienestar social y económico del Pueblo
de Puerto Rico.
Impulsada por las nuevas inversiones en manufactura, la
economía de la Isla floreció en la década de 1950. El crecimiento anual
promedio fue de 8.3% durante la década y el ingreso per cápita se duplicó de
$342 en 1950 a $756 en 1960. Mientras tanto, la inversión bruta aumentó en un
219% durante este período. El crecimiento acelerado de Puerto Rico lo convirtió
en un modelo de desarrollo económico donde llegaron visitantes de todo el mundo
a conocer sobre la Isla. Puerto Rico se había transformado de "la Casa
Pobre del Caribe" en un Modelo de Democracia.
Pero los incentivos industriales y los bajos salarios no
eran suficientes para atraer y mantener industrias importantes en la Isla. Sin
una infraestructura adecuada, con carreteras accesibles y servicios confiables
de electricidad y agua, Puerto Rico no hubiese sido capaz de mantener estas
nuevas inversiones. Por tanto, la década de los '50 también fue un período de
vigorosa expansión en la infraestructura de la Isla, incluyendo la construcción
de nuevos expresos, instalaciones de aeropuertos y la expansión de los puertos
marítimos de la Isla.
Con el BGF liderando las iniciativas, la infraestructura de
la Isla se transformó. Entre 1951 y 1965-un período en que la Isla tuvo una
tasa de crecimiento extraordinaria-el desembolso y financiamiento neto del BGF
como agente fiscal del gobierno sobrepasó los $1,000 millones. Para cada año,
el promedio del desembolso y financiamiento neto sobrepasó el 20% de la
inversión doméstica del gobierno.
Mientras tanto, el BGF también fue aumentando los
préstamos que otorgaba al sector privado. Muchas compañías estadounidenses que
invertían por primera vez en Puerto Rico vieron el apoyo financiero del
gobierno como una garantía adicional del compromiso con el éxito de sus
empresas. Entre las grandes empresas que obtuvieron financiamiento del Banco en
ese período estuvieron General Electric, Caribe Mills, San Juan
Intercontinental Hotels, Woolworth Stores, W.R. Grace y Molinos de Puerto Rico.
Sin embargo, dos terceras partes de los préstamos
otorgados por el Banco durante la década de 1950 fueron a empresas locales. Los
préstamos comerciales e industriales otorgados por el BGF durante este período
incluyeron operaciones tan diversas como lavanderías, talleres de mecánica de
automóviles, farmacias, plantas procesadoras de leche, fábricas de muebles y
manufactureros de dulces. Era común que el Banco otorgara financiamiento a
firmas locales que eran ignoradas por la banca privada. Eventualmente, el Banco
abrió camino para que la banca privada comenzara a otorgarles préstamos.
El Banco fue agente catalítico en la construcción de
condominios. Puerto Rico fue la primera jurisdicción bajo la bandera
estadounidense que recurrió al concepto de condominios para resolver la
necesidad de viviendas en las áreas metropolitanas densamente pobladas. En
1955, el BGF aprobó un préstamo para el primer condominio residencial en la
Isla, el Condominio San Luis en Puerta de Tierra.
El Banco también proveyó financiamiento para la
construcción de centros comerciales en los 1950. Cónsono con su misión de
sentar las bases para luego dejar el campo abierto a la banca privada, el Banco
financió varios de los primeros centros comerciales. Posteriormente sé retiró
de ese mercado a principios de 1960 cuando los bancos comerciales comenzaron a
financiar estos proyectos.
Para ayudar a preservar nuestra herencia cultural, el
Banco trabajó mano a mano con el Instituto de Cultura Puertorriqueña en la
restauración de secciones históricas de El Viejo San Juan. En 1959, el Banco
inició un programa de préstamos para la adquisición y restauración de edificios
históricos en la antigua ciudad. El primero de estos préstamos fue para la
renovación del antiguo convento que eventualmente se convertiría en el Hotel El
Convento.
Luis Muñoz Marín: 1947-1952
En 1947 se aprobó en el Congreso de los Estados Unidos
la Ley 447 que facultaba al Pueblo de Puerto Rico a elegir su propio
gobernador. En las elecciones generales de 1948, se eligió a Luis Muñoz Marín como el primer
gobernador puertorriqueño electo por el voto del Pueblo de Puerto Rico y, el 2 de enero de 1949, toma posesión
oficialmente del cargo. Durante este período gubernatorial de una duración de 16
años (1949-1964) se impulsó un desarrolló en el área de industrial, económica,
social y política del país. Se establecen para Muñoz tres grandes proyectos los
cuales desarrolla durante este período: la Operación Manos a la Obra, la
Operación Estado Libre Asociado y la Operación Serenidad.
Fue durante este período que se estrecharon las
relaciones entre varios países de América Latina y Puerto Rico. El gobernador
Muñoz Marín cultivó una gran amistad con varios líderes democráticos
latinoamericanos como el presidente de Costa Rica, José Figueres Ferrer, el
presidente de Colombia, Alberto Lleras Camargo, los presidentes de Venezuela,
Rómulo Gallegos y Rómulo Betancourt, el presidente de la República Dominicana,
Juan Bosch, entre otros. Fue Muñoz un verdadero conocedor de la realidad. [23]
El mismo Muñoz estableció que su objetivo económico
era :
“Aumentar la producción con la mayor eficacia para el
mayor número de puertorriqueños que habrá cada año , tuvieran menos días
desempleados y viviera a un nivel más alto y dependiera cada dia menos de
ayudas y privilegios que no fueran de la acción productiva misma del pueblo .
El objetivo económico no era tan solo finalidad deseable en si , sino que era
también base y medio para mas tangible justicia entre los hombre “ [24]
Operación Manos a la Obra y el Proyecto de Industrialización
Operación Manos a la Obra
es el nombre con el que se conoció el ambicioso proyecto que dio inicio a la
industrialización de Puerto Rico al final de la Segunda Guerra Mundial. El
proyecto impulso el desarrollo económico de la Isla, y le dio énfasis al desarrollo
de industrias, se implantó en 1947. El Gobierno de Puerto Rico estableció sus
propias leyes sobre impuestos y contribuciones al Estado, se aprobó una Ley de
Incentivos Industriales que autorizaba a empresas privadas a solicitar una
exención por diez años de las contribuciones sobre ingresos y sobre la
propiedad en Puerto Rico. También la exención incluía los impuestos sobre
maquinaria y materias primas y los impuestos municipales. Estas exenciones se
concedían para el establecimiento de nuevas industrias, la expansión de la
producción de artículos que ya se manufacturaban en la Isla y para la
construcción de facilidades hoteleras, como la construcción del Hotel Caribe
Hilton inaugurado en 1949 y financiado por la Compañía de Fomento. El Gobierno
se hizo cargo de organizar una campaña de promoción y publicidad sobre Puerto
Rico en los Estados Unidos y vendió las fábricas que venía operando durante la
Segunda Guerra Mundial. De 1947 a 1950 se establecieron en la Isla más de 100
nuevas fábricas-- algunas de ellas pequeñas--que iban dejando ver los efectos
de la campaña de promoción en los Estados Unidos. Estas industrias tuvieron un
marcado impacto en el número de empleos. Parecía que la alternativa más
efectiva era fomentar industrias que importaran la materia prima para
elaborarla en la Isla y luego exportaban el producto terminado. El proyecto
“Manos a la Obra” ayudó directamente a las empresas proveyéndoles edificios,
adiestramiento de personal y el financiamiento de modo que Puerto Rico resultó
más atractivo que en otros lugares.
Este programa de gobierno
desarrolló nuevas corporaciones y leyes que contribuyeron a la
industrialización del país. Se estableció el Banco Gubernamental de Fomento
para el financiamiento de industrias locales y extranjeras. También se creó la
Ley de Exención Contributiva para promover el establecimiento de compañías
extranjeras en la Isla sin que pagaran impuestos. Además, se dividieron las
funciones de la Autoridad de Fuentes Fluviales con la creación de la Autoridad
de Acueductos y Alcantarillados, para proveer de agua potable a toda la Isla.
El enfoque principal de la Operación Manos a la Obra era atraer capital
extranjero, para desarrollar fábricas en Puerto Rico. Para esto, se crearon condiciones
atractivas para los inversionistas. La más impactante de todas era la Ley de
Incentivos Industriales, de 1947, que establecía que, por los primeros diez
años de operación en la Isla, las corporaciones no tendrían que pagar impuestos
por las ganancias obtenidas. Este período de gracia se extendió luego a 25
años. Asimismo, el Gobierno construiría las fábricas para, después, alquilarlas
a las corporaciones. La mano de obra económica era un incentivo adicional. Los
salarios pagados en Puerto Rico eran mucho menores que los devengados por los
obreros estadounidenses. Para fines de la década de los cincuenta, las fábricas
empleaban en la Isla a más de 60.000 personas y el salario mínimo aumentó un
124.
La historiadora María
Elena Carrión estableció que el principal logro del programa industrial Manos a
la obra fue que consiguió su objetivo de rápida industrialización y crecimiento
económico. Evidencia de que hubo industrialización en Puerto Rico fue que el
sector agropecuario descendió. Al mismo tiempo, el manufacturero aumento su
participación en la economía. Otros cambios producidos por la industrialización
fue el crecimiento en el sector financiero.
No todo lo que brilla es
oro, por tanto, hay que ver la otra cara del Proyecto Manos a la obra que
produjo disloques sociales. El Proyecto Manos a la Obra genero crecimiento,
pero no empleos. Los empleos creados en la manufactura no compensaron
suficiente la perdida de las plazas en la agricultura por la decadencia del azúcar,
el café y el tabaco. Por otro lado, el Proyecto ayudo en el descenso en la tasa
de mortalidad que resulto en un aumento en la expectativa de vida. Respecto
a las políticas sobre natalidad durante los años 50 y 60 del siglo XX, agencias
privadas como la International Planes Parenthood Federation, dirigida por
Margaret Sanger,4 y el gobierno de Puerto Rico, llevaron a cabo campañas
financiadas por el gobierno federal de EEUU para el control de la población de
la isla, con el objeto de esterilizar a tantas puertorriqueñas como fuese
posible. Con este fin, se reclutó a trabajadores de la salud pública, para
alentar a las mujeres de Puerto Rico a someterse a procedimientos de
esterilización a un costo mínimo o gratuitamente. Finalmente, incluso Luis
Antonio Ferré, candidato a la gobernación de Puerto Rico por el Partido Nuevo
Progresista protestó por el hecho de que ciertas empresas norteamericanas se
negaban a contratar para su factoría de Cayey a cualquier mujer que no
estuviese esterilizada. Paradójicamente, las empresas cementeras manejadas por
la familia de Ferré habían resultado enormemente favorecidas por la Operación,
siendo hoy el Grupo Ferré-Rangel el grupo empresarial hispano más grande de los
EEUU. Por este tipo de denuncias, Luis Muñoz Marín se vio forzado a intervenir
y moderar el papel del gobierno en estas políticas.
En 1968, un demógrafo
puertorriqueño concluyó en un estudio de que un tercio de las mujeres en edad
de procrear en la isla habían sido esterilizadas. Esta tasa indica que existían
diez veces más mujeres esterilizadas en la isla que en EEUU (Roberts 1997: 94).
Más de un tercio de las mujeres entrevistadas desconocía que la ligadura de
trompas era un método irreversible de contracepción. El eufemismo "ligar
las trompas" hacía que las mujeres pensasen que el procedimiento era
fácilmente reversible. (Krase 1996). Todavía en 1981, más del 39% de las
puertorriqueñas aptas para concebir estaban esterilizadas.5
La ciudadanía pudo
empezar adquirir sus viviendas propias a mediados de los sesenta el ochenta por
ciento de las familias puertorriqueñas eran dueños de sus hogares. Sin embargo,
la creación de una economía informal represento una baja tasa de participación
laboral y la emigración fueron dos importantes válvulas de escape social
durante ese supuesto periodo de prosperidad.
El primero en usar esta
denominación fue el primer gobernador del Estado Libre Asociado, Luis Muñoz
Marín en un discurso de 1949 ante el Comité de Tierras Públicas de la Cámara de
Representantes de Estados Unidos. «We are trying to lift ourselves by our own
bootstraps» («Estamos tratando de salir adelante por nuestros propios medios»).
A pesar de esta afirmación el plan en realidad se apoyaba en la inversión
extranjera.
Uno de los principales
inspiradores de Manos a la Obra fue Teodoro Moscoso. Dentro de este programa,
el sector secundario del país fue ganando importancia de forma progresiva. Se
partía de la concepción de que la economía de Puerto Rico -basada en el sector
agrícola y ganadero- era insostenible, entre otras cosas por la elevada densidad
de población. En el marco de este plan, el Departamento de Fomento del gobierno
boricua favoreció el establecimiento de fábricas estadounidenses en la isla,
basándose en los bajos costes salariales comparados y el acceso libre de
impuestos a los mercados continentales. Fomento invitó a inversión de capitales
exteriores, importando las materias primas y exportando los productos
manufacturados al mercado de EEUU; también se dispusieron exenciones fiscales y
facilidades para alquilar suelo industrial. Como resultado de todo ello, la
economía de Puerto Rico sentó sus bases en la fabricación de productos y el
turismo. En su campaña para atraer inversiones, el Departamento de Fomento de
Puerto Rico se sirvió de agencias publicitarias estadounidenses, incluyendo una
encabezada por David Ogilvy con el objeto de crear una imagen del supuesto
renacimiento que estaba viviendo la isla. Las empresas norteamericanas
respondieron rápidamente, invirtiendo primero en industrias con bajo coste
salarial como la de la alimentación, tabaco, textil-piel y electrodomésticos, y
posteriormente pasando a otras más tecnificadas, como la industria farmacéutica
y química, producción de maquinaria y fabricación de aparatos electrónicos.
Gracias a este proyecto,
Puerto Rico pasó de ser una sociedad rural basada en la agricultura a otra
industrial, basada en las diferencias de clases según la propiedad de los
medios de producción. Aunque inicialmente la Operación pareció tener éxito en
los años 60, la economía de Puerto Rico comenzó a verse amenazada por el
desempleo como consecuencia del aumento de los costes laborales y la
competencia exterior en las industrias que empleaban mano de obra intensiva.
En el aspecto político
aumentó la dependencia de Puerto Rico de los capitales estadounidenses,
impidiendo el desarrollo de una economía autónoma, sostenible y soberana. Una
de las consecuencias políticas más destacadas de ello podría ser el progresivo
descenso del apoyo popular a las opciones independentistas a lo largo de los
años, ya que la mayoría de los puertorriqueños asumen que la isla necesita
imperiosamente el control y apoyo de EEUU para su supervivencia económica.
En lo que respecta al
plano social, grupos defensores de los derechos humanos, así como por la
Iglesia Católica argüían que el gobierno favorecía mediante políticas agresivas
el control de la natalidad, fomentando la esterilización quirúrgica y
facilitando la emigración de puertorriqueños, para hacer descender
artificialmente las cifras de desempleo.3
El demógrafo Jorge Duany,
señala que: "Puerto Rico tiene el dudoso privilegio de poseer una de las
tasas más altas de emigración en el mundo". En 1940, antes de la llegada
de la Operación Manos a la Obra, el 96% de los portorriqueños vivían en la
isla. Este porcentaje bajó radicalmente, en cuanto se inició la destrucción de
puestos de trabajo en el sector primario. En 1960 había caído al 72%, y en 1980
al 61%. En 2004 es cuando se cruza el Rubicón en este éxodo: la mayoría vivía
ya fuera de la isla, principalmente en EEUU. Esta migración masiva se estimuló,
no sólo a través de promesas de disponibilidad de empleo en los Estados Unidos,
sino también por medio puentes aéreos con billetes a precios módicos. En 2009
alcanzaba los 448 habitantes por kilómetro cuadrado, frente a los 91 de España,
54 de México o 32 de EEUU, según datos del mismo año.
De
la manufactura a la industrialización intensiva de capital
.En Puerto Rico el problema económico siempre ha sido
un tema cadente y necesario . Entre los
elementos han afectado nuestras finanzas uno primordial es el status político.
Por más de seis siglos hemos sido sucursal de otras naciones . El planificador
, Rafael Pico establece que la industria manufacturera fue escasa en el país
hasta el 1940 . Las industrias que predominaban fueron las industrias de
elaboración de productos agrícolas como :
la caña de azúcar , el tabaco
, enlatado de frutas y la fabricación de ron . Las demás eran industrias livianas , tales
como la de aguja que se desarrollaba mayormente en el hogar . [25]
Según el censo 1909 existían
939 establecimientos manufactureros en el país .La industria de mayor
importancia fue la industria azucarera . Habían 108 molinos o centrales
azucareras en las que trabajaban unos 5,000obrerosdel total de 15,582 que se
empleaban en la industria manufacturera en lo general . Habían 282
establecimientos tabacaleros que elaboraban mayormente cigarros a mano . La
industria empleaba el 45 por ciento del
total de los obreros ocupados en la manufactura .
Las centrales azucareras
y las fábricas de tabaco estaban situadas en las zonas productoras de la
materia prima ; mientras que las fabricas y talleres que producían para el
consumo local estaban mayormente en los centros de población . Las centrales
azucareras ocupaban algunas llanuras costaneras y valle del interior . El
tabaco y sus productos se elaboraban principalmente en los pueblos de Caguas ,
Comerio , Cayey , Barranquitas , Aibonito , Bayamón y San Juan .
Cabe destacar al
economista , Francisco Catalá describe
los cambios y las creaciones de agencias como instrumentos que fortalecieron el desarrollo industria de la
isla :
La
Compañía de Fomento Industrial se crea en 1942 . En ese mismo año se estableció
el Banco de Fomento y la Junta de Planificación. El eje de la promoción
industrial seria la Compañía de Fomento , que sus funciones tenía la de
establecer y operar empresas que produjeran bienes que utilizaran mayormente
insumos locales . Teodoro Moscoso , que alejadamente no simpatizaban con este
esquema de “crecimiento hacia adentro “ tildado por algunos como “ capitalismo
de estado “ adverso a la tradición americana y por otros como nacionalismo
estrecho .[26]
Entre los cambios que se
dieron cabe señalar el de la “Puerto Rican Cement Company” que había sido
organizada por la P..R.R.A pasa a manos de la Compañía de Fomento .Ademas para
el año 1947 , se contaba con cuatro fábricas
adicionales : la Corporación de Vidrio , la Corporación de Papel y Pulpa , la Compañía
de Zapatos y Cuero y la Corporación de Productos de Arcillas . Pero ese
experiencia de desarrollo “autosostenido “ fue muy breve y modesta . Para el
1948 las cinco fábricas de la Compañía empleaban 992 empleados .
En síntesis, en este
capítulo se presentó el modelo económico de Puerto Rico el cual se transformó
de una economía de plantación a una manufacturera. La producción se orientó
hacia la exportación y hacia la repatriación de los beneficios del capital
externo .
Capitulo II .Cayey
Descripción geográfica de
Cayey
En la Región Centro
Oriental se fundó el pueblo de Cayey[27] el mismo se fundado en el año 1773, por Don Juan de Marta
Vázquez. Su nombre es de orígen taíno y significa "lugar de las
aguas". La primera población de este territorio fue el poblado indígena de
Toíta, situado en los márgenes del Río La Plata. Su cacique se llamaba Cayey y
fue uno de los jefes de la inserrucción taína de 1511, donde fue atrapado,
desterrado a La Española y vendió allí como esclavo.
También, este municipio
se conocía como Cayey de Muesas, en honor al gobernador de la época Don Miguel de Muesas, de origen español. Fray Iñigo Abad y
Lasierra considero a Cayey como un lugar privilegiado dotado por la naturaleza de
una gran fertilidad y de un clima envidiable sus haciendas ocupaban un hermoso valle
de temperamento fresco y saludable con
muy buenas tierras para todos los frutos . [28] En aquella época los terrenos de Puerto Rico
constituían Hatos y Dehesas, era propiamente comunales, de manera que los
vecinos podían tener en ellas ganados marcados y sueltos , sin tener dominio de
la tierra , que estaba reservada a los pobladores , con arreglo a las leyes
vigentes
. El municipio se
encuentra en el centro de la isla , en la sierra de su nombre en el extremo
oriental de la Cordillera Central , colindando al norte con Aibonito, Cidra y Caguas al este con Caguas y
San Lorenzo , al sur Patillas , Arroyo , Guayama y Salinas y al oeste con
Salinas y Aibonito . Lo atraviesa de este a oeste el rio Toa de la Plata ,
que desemboca al mar con el nombre de
Bocabana y también corren por este
término los de Matón y Guavate , que tributan sus aguas a aquel . Además son
afluyentes del rio La Plata , las quebradas de Beatriz , Novillos , Culebras , Rincón
, Montellano , Puercos , Grande , Collazo , Pueblo , Caña y Vázquez .
El municipio cuenta con
21 barrios los cuales son : Rincón , Beatriz , Guavate, Vegas , Montellano ,
Farallon , Culebras Bajos , Cedro , Culebras Alto , Jajome Alto , Jajome Bajo ,
Sumido , Quebrada Alta , Cercadillo , Lapa , Pasto Viejo , Piedra , Pedro Avila
, Matón Arriba , Matón Abajo , y Toíta . La zona urbana estaba dividida en dos
barrios Pueblo Norte y Pueblo Sur, separados por la calle José de Diego .
El municipio cuenta con
un acueducto, cuyas fuentes aprovionamiento son las quebradas de Sumido y la
del Pueblo . Su alcantarillado, para las aguas negras de la población para 1957
tenía 14 tanques destinados a limpieza , alimentados por la tubería del
acueducto . La planta hidroeléctrica, situada en el Rio la Plata , fue
terminada en 1925 , y era una de las principales le daba servicio a Cayey y a Cidra .
El pueblo está situado a
1233 pies (375 .80 metros) sobre el nivel de mar en un amplio valle rodeado de
montañas y es una de las regiones más pintorescas de la isla , de un clima
suave , fresco en verano y templado en invierno . Los terrenos son de buena
calidad y producen arroz, maíz , batatas , plátanos , yautías , café y excelente tabaco . También se cultiva la
caña de azúcar , y de una factoría de azúcar denominada Central Cayey El Cerro del Torito que se levanta al sur de la Cordillera
Central , es uno de los picos más elevados .
Cabe señalar los
obstáculos que existían en Cayey para el aumento de la productividad y la
rentabilidad en el sector agrícola. El sociólogo Serapio Fernández establece
que el problema era uno de carácter estructural y de carácter institucional. La fertibilidad del suelo estaba limitaba por
las condiciones del terreno principal. El desnivel es muy pronunciados en toda
la región , mientras el cultivo de los principales productos ,como la caña y el
tabaco , exigirían terrenos preferentemente llanos . A esto hay que añadir la
dimensión de la empresa agrícola, inferior al tamaño deseable para estos
cultivos; el empleo de variedades de bajo rendimiento , practicas anticuadas de
cultivo , proceso lento de renovación de plantaciones viejas , falta de
mecanización y aridez del suelo . [29]
El otro obstáculo era de
carácter institucional relacionado con la comercialización de los productos.
Muchos agricultores no orientan la producción al mercado sino a una forma
tradicional de subsistencia; inadecuados medios de transporte y deficientes
facilidades de conservación y almacenamiento de los productos . El mercado
agrícola se caracteriza por la presencia de monopolios, como son las centrales
azucareras y tabacaleras. . Y por otra parte las concurrencias con los precios
del mercado internacional ha reducido considerablemente la demanda de tabaco puertorriqueño.[30]
Recursos geográficos en Cayey
Entre los recursos geográficos que determinan el
desarrollo de un pueblo están los físicos y los humanos. En términos físicos
los principales elementos son : relieve , las aguas terrestres . los mares, los
océanos , el clima ,la vegetación , la fauna , el suelo . En términos de los recursos
humanos es importante destacar la estructura de su población y sus actividades
tanto : económicas, sociales , culturales , políticas en su contexto espacial .
Veamos los elementos antes mencionados en Cayey
comencemos con el relieve. El pueblo en estudio es uno montañoso formando parte
de la Sierra de Cayey[31] Su hidrografía está compuesta
por los ríos : la Plata ,Matón, Guavate , Carite , Chiquito , Jajome ,Majada y
Lapa . Algunas de sus quebradas son : Culebras , Grande , El Cedro ,Beatriz ,
Santo Domingo , Carmen ,Pasto Viejo y Colao .[32] El clima de Cayey es húmedo, lluvioso y frío,
el área del pueblo se encuentra a casi 1500 pies de altura, por lo cual el
clima es subtropical de altura. El record de temperatura máxima es de 94 °F y
mínima de 45 °F. El promedio anual de lluvia es de 2.540 mm y el record de
máxima precipitación en 24 h es de 530 mm de lluvia.
Los recursos naturales en el Municipio le imprimen un carácter
especial al mismo. La distribución de flora y fauna no es uniforme . La
diversidad y la rareza de la flora y la fauna es mayor donde menos construcciones
hay. El conjunto de colinas y montañas que circundan el valle más densamente
poblado es un recurso escénico memorable.[33]
En las montañas de Cayey, donde la altura y la
vegetación hacen que la temperatura esté fresquita, aun cuando el verano se
asoma en el calendario, justo allí se levanta majestuosa, La Robleda. En
La Robleda se han identificado 89 especies de plantas, 34 de aves, siete de
reptiles, seis de anfibios, dos especies de mamíferos y 24 invertebrados. Estos
grupos suman 151 especies de las cuales siete están identificados como
elementos críticos por el Departamento de Recursos Naturales y Ambientales
(DRNA).Dentro de las especies de árboles nativos de montañas, se pueden
encontrar endémicas como el ortegón (Coccoloba rugosa), emajaguilla de sierra
(Daphnopsis phillipiana) y el pirigallo (Guzmania berteroniana). Otra de las
especies raras encontradas en La Robleda es el uvillo (Eugenia haematocarpa).
Esta especie fue designada en peligro de extinción por el Servicio de Pesca y
Vida Silvestre. El uvillo es un árbol pequeño siempre verde que puede alcanzar
los 20 pies de alto. Su corteza es suave y de color grisácea o blancuzca. Sus
frutos pequeños y redondos son de color rojo intenso. Hasta hace unos años, el
uvillo solamente se encontraba en El Yunque, el Bosque Estatal de Río Abajo y
una propiedad privada cercana al Bosque Estatal de Carite, informó Edwin
Figueroa intérprete ambiental de Para La Naturaleza[34]
Recursos
Humanos en Cayey
La distribución de la población de un país es el
producto de las tendencias históricas de la natalidad, la mortalidad y la
migración en las diferentes regiones y áreas. La población de Puerto Rico no se
distribuye uniformemente a través de la Isla. La mayoría de la población se
concentra en el área nordeste.El sociólogo Serapio Fernández establece que al estudiar la población se debe
tomarse en cuenta los siguientes factores : el crecimiento poblacional y la movilidad
de la población
[1]
Antonio Gonzalez . Economia Politica de Puerto Rico San Juan , Puerto Rico ,
Editorial Cordillera , 1971 , pag 11.
[2] La
historiadora María Inés Barbero nos dice que: “la expresión segunda revolución
industrial se utiliza para hacer referencia al conjunto de innovaciones técnico
-industrial fundadas en el acero barato, la química, la electricidad, el petróleo,
el motor de combustión interna, la nueva empresa moderna y nuevos tipos de gestión
del trabajo y organización industrial que emergen durante el último tercio del
siglo XIX,
[3] Con
el traspaso de la soberanía puertorriqueña a Estados Unidos ,Puerto Rico entró
en la orbita de un país capitalista avanzado, industrial , con una capacidad
productiva y financiera muy superior a la de España . En Estados Unidos , un puñado
de grandes corporaciones ejercían el control económico bajo un sistema de
acciones
[4] La
historiadora María de los Ángeles Luque de Sánchez explica que dichas corporaciones se les conocía como : Las
Corporaciones ausentistas , ya que sus oficinas principales estaban fuera de
Puerto Rico y la mayoría de sus accionistas no eran residentes de la isla . (La
ocupación norteamericana y la Ley Foraker (la opinión publica puertorriqueña )
1898 a 1904 ) Rio Piedras : Editorial Universitaria . ,1980 pag 32-36.
[5] Edwin
Irizarry Mora. Evolución histórica de la economía
de Puerto Rico. Disponible en: www. enciclopedia .org. Recuperado el 8 de
enero de 2016.
[6] Silverio
Pérez. La Vitrina rota o qué carajo paso aquí. San Juan Ediciones Callejón,
2016 pág. 128.
[7] Linda
Colon. Pobreza en Puerto Rico radiografía del Proyecto Americano. San Juan,
Editorial Luna Nueva 2006 pág. 165
[8] Rafael
Pico. Geografía de Puerto Rico. Rio Piedras, Puerto Rico, Editorial Universitaria,
1964, página 164.
[9]
Mario Cancel. Disponiblenhttps://historiapr.wordpress.com/2008/03/11/economia_cultura_1898_1917/.
Recuperado el 17 diciembre de 2016.
[10] Amílcar
Cintrón Agile. La inclusión de Puerto Rico en las leyes de cabotaje y su
impacto económico en la isla. Disponible en: www.enciclopedia
de puerto rico. con
[11]
Adam Smith. La Riqueza de las Naciones.
Buenos Aires, Longseller , 2002 pág. 116.
[12] Linda Colon. Pobreza en Puerto Rico Radiografía del Proyecto Americano . San Juan,
Editorial Luna Nueva 2006 pág. 180
[13] Silvestrini,
B. G., & Luque de Sánchez, M. D. Historia de Puerto Rico, trayectoria de un
pueblo. San Juan: Editorial Cultural, 1991.
[14]
Estaban Bird .Financiamiento Industrial de Puerto Rico pág. 24
[15]
El economista Thomas Mattews define el
termino “Nuevo Trato seria sinónimo de las reformas auspiciadas por el
presidente Roosevelt y su circulo de consejeros talentosos , dictaminados con
rigor especial durante el primer cuatrenio de su administración (1933-1934) . A
los funcionarios que pusieron en practica los proyectos del presidente
Rooselvelt se les conocio como novotratistas (New Dealers). El New Deal, o Nuevo Trato, es el conjunto de
medidas adoptadas por el gobierno de Franklin D. Roosevelt para hacer frente a
los estragos causados por la Gran depresión. Se adoptaron cuando Roosevelt
llego a la (Casa Blanca ) entre el 1933 al
1937. Muchas de las medidas del Nuevo trato fueron aprobadas en sus
primeros cien días de gobierno, que fueron de una frenética actividad
legislativa. Pueden clasificarse en tres tipos de medidas: de ayuda, de
recuperación y de reforma. Disponible en: http://www.enciclopediapr.org/.
Recuperado 30 de octubre de 2016.
[16] El
gobernador de la isla en dicho momento fue Robert H. Gore: político, publicista
y corredor de seguros de Florida y quien participó activamente en la campaña de
Roosevelt. Fue nombrado Gobernador de Puerto Rico en 1933 por el presidente
Franklin D. Roosevelt, quien desconocía
el ambiente político puertorriqueño. Choca con las ideas del Partido Liberal y
contra la corriente político- cultural de afirmación nacional y defensa de la
identidad puertorriqueña y latina frente a la dominación de Estados Unidos de
América. Gobierna en un momento de
crisis aguda, de inestabilidad política e indecisión. Roosevelt nombra como jefes de agencias a personas norteamericanas ajenas a la cultura de Puerto
Rico . Se negó a nombrar puertorriqueños sospechosos de ser nacionalistas .Disponible
en: https://puertoricoenlahistoria.wordpress.com. Recuperado el 30 de octubre
del 2016.
[17] Luis
Diaz Soler
[18] En
su lugar se creó la “Puerto Rican Reconstruction Administration” (PRRA) en el
año 1935. Esta fue de corta vida ya que el Congreso la liquidó a los seis años
de creada. No obstante, se le reconocen logros como el desarrollo
hidroeléctrico, el programa de reforestación, la construcción de escuelas y la
construcción de la planta de cemento. Además, se sientan las bases de una
gestión más agresiva por parte del sector público. Francisco Catalá en su libro: Promesa rota:
una mirada institucionalista a partir de Tugwell San Juan: Callejón, 2013
página 10.
[19] Jorge
Bolivar Fresnada .
[20] Ibid
[21]
Antonio Gonzalez . La Economia Politica de Puerto Rico .
[22] Henry
Wells . La Modernización de Puerto Rico
[23] Fundación
Luis Muñoz Marín. Biografía de Luis Muñoz Marín. Disponible en:
http://www.rafaelhernandezcolon.org/PDF/BiografiaLMM.pdf
[24] Los Gobernadores Electos de Puerto Rico .
Luis Muñoz Marin Vol I. (1949-1952 ).
Rio Piedras , Corporación de Servicios Bibliotecarios , 1973 .
[25]
Rafael Pico. Nueva Geografia de Puerto Rico
[26]
Francisco Catala
[27] Sobre
el nombre de Cayey existen varias teorías. Según unos, Cayey proviene de la raíz
taína ´´cayo´´ que significa isla. En las Constituciones Sinodales se habla de
un ´´hato o criadero llamado Cayei´´.
Agustín Stahl sostiene que Cayey es una palabra de origen indio, tomada
de un nombre de un posible cacique.
[28] Abad y Lasierra
[30]
Ibid pág. 21-22
[31] La
Sierra de Cayey es una prolongación de la Cordillera Central . Se extiende
desde Cayey hasta Humacao . Hacia el este
su elevación disminuye hasta que alcanza unos 400pies de altura en sus extremos oriental . Un ramal
de la Sierra de Cayey se dirige haciael sureste formando la Sierra de
Guardarraya y la Cuchilla de Panduras (La Pica) entre Yabucoa y Maunabo . Al
igual que en la Cordillera Central , el lado sur de la Sierra de Cayey es mas
empinado que el del norte .
[32] Municipio
de Cayey disponibleen www. enciclopediapr.org . Recuperado el 20 de febrero del2017
.
[33] .
Hoja de Agenccia,.http://www.gobierno.pr/NR/rdonlyres/3486D465-E5C5-4F1B-AFC3-11A572D3E459/0/JCA040025_14_02_2005_Cayey_D1.pdf
[34] Ivelisse
Rivera Quiñones. La majestuosidad de La
Robleda. Disponible en : http://www.elnuevodia.com/noticias/locales/nota/lamajestuosidaddelarobleda-2062600/
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